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La Hipnosis y su impacto en el intestino: Un viaje por el sistema parasimpático

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Ya hemos visto cómo las investigaciones vuelven a poner en el centro de atención la conexión entre nuestra mente y el bienestar de nuestro intestino. En particular, como la estimulación del sistema parasimpático ha demostrado un potencial fascinante para mejorar la permeabilidad intestinal.

El sistema parasimpático, esa parte de nuestro sistema nervioso encargado de las respuestas de «descanso y digestión», juega un papel crucial en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Cuando está activo, nos ayuda a relajarnos y a sentirnos en “sintonía”. Es como si tuviéramos un maestro de ceremonias interno que asegura que todo funcione armoniosamente. Por ejemplo, al estimular este sistema, se ha demostrado una mejora en la impermeabilidad de nuestro intestino, lo que nos permite absorber nutrientes vitales sin permitir que sustancias dañinas se filtren en nuestro torrente sanguíneo. ¡Parece un verdadero truco de magia biológica!

Ahora, hablemos de un método intrigante para activar el sistema parasimpático: la Hipnosis Clínica. Tal vez te suene curioso, pero la verdad es que tiene aplicaciones reales y efectivas. Al entrar en un estado hipnótico, la mente se relaja y no solo se vuelve más receptiva, sino que también modifica la actividad del sistema nervioso autónomo. Y es que, al mismo tiempo de que disfrutamos de esta desconexión, el cuerpo empieza a responder de formas sorprendentes

Los estudios han demostrado que la hipnosis puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad mental, pero lo más asombroso es que también impacta en funciones biológicas, como la digestión. Cuando estamos en un estado hipnótico, se produce una disminución en la actividad del sistema nervioso simpático, lo cual es muy bueno, ya que evita esas reacciones de «lucha o huida» que tantas veces nos agobian. Ese cambio suave permite que el sistema parasimpático tome las riendas, reduciendo la inflamación intestinal y mejorando la barrera interna.

De hecho, muchos han probado la hipnosis para enfrentar problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable, han sentido alivio, incluso por sobre los resultados obtenidos con los fármacos. Ellos parecen encontrar, finalmente, un camino hacia un bienestar más integral, donde mente y cuerpo trabajan de la mano.

En resumen, la conexión entre la hipnosis, el sistema nervioso autónomo y nuestra salud intestinal es, sin duda, un tema intrigante que merece más atención, tal como está ocurriendo en prestigiosas universidades del mundo.

Sabemos que la mejora no siempre llega de la manera que esperamos, y entender cómo estas interacciones nos afectan puede abrir nuevas puertas a tratamientos más humanos y efectivos.