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La Hipnosis en el Trastorno del Espectro Autista: ¿Qué dice la ciencia?

TEA

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición neurodesarrollativa que trae consigo una serie de desafíos en la comunicación social y en la forma de interactuar con el mundo. Las terapias convencionales, como el Análisis Conductual Aplicado (ABA) o las intervenciones psicoeducativas, han sido los pilares en el tratamiento. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un enfoque intrigante: La Hipnosis Clínica. Esta herramienta, que se adentra en las profundidades de la mente, está siendo explorada por la ciencia como un nuevo recurso, especialmente para abordar síntomas como la ansiedad y la hiperreactividad sensorial.

La verdad es que la hipnosis, definida comúnmente como un estado de concentración intensa y sugestionabilidad, podría ofrecer algo más que lo emocional. Un estudio publicado en el Journal of Autism and Developmental Disorders en 2015 encontró resultados prometedores entre niños con TEA que sufrían de ansiedad elevada. Después de unas sesiones guiadas, muchos experimentaron una notable reducción en sus síntomas de estrés. Imagina por un momento a un niño que apenas puede concentrarse en un entorno ruidoso o caótico; la hipnosis puede actuar como un ancla, ayudándoles a encontrar calma en medio del torbellino.

Además, tenemos el tema de la sensibilidad sensorial, un fenómeno común en el TEA que a menudo se siente como un torrente incontrolable de estímulos. Un ensayo clínico realizado en la Universidad de Montreal en 2018 mostró que la autohipnosis, enseñada a adolescentes, les permitió regular mejor su respuesta a ruidos fuertes o luces brillantes. Las técnicas de visualización y sugerencias positivas se convirtieron en herramientas poderosas que les ayudaron a navegar situaciones abrumadoras. Esto nos lleva a reflexionar: ¿cuántas veces no nos gustaría tener una herramienta que nos ayude a suavizar las aristas de la vida diaria?

La Dra. Emma Seppälä, psicóloga de Yale, enfatiza que la hipnosis no es una solución mágica, sino más bien un recurso que puede integrarse de manera armoniosa en un plan más amplio. «La clave está en entender la individualidad de cada paciente», dice. Es que cada persona es un mundo, y no todos responderán de la misma manera. Y, aunque los resultados son alentadores, es importante destacar que aún faltan investigaciones en un contexto más amplio.

Por último, aunque la idea de utilizar la hipnosis es fascinante y ofrece esperanza, aún queda camino por recorrer. Por ahora, se vislumbra como una herramienta que cuando se aplica por profesionales capacitados, puede ayudar a gestionar la ansiedad y las sensibilidades del mundo exterior. Como concluye el neurólogo David Spiegel: «La mente puede ser un aliado lleno de potencial. Pero debemos navegar con cuidado, entendiendo tanto sus límites como sus posibilidades». Al final del día, se trata de encontrar el equilibrio y las mejores herramientas para ayudar a cada individuo a prosperar en su viaje único.