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HIPNOMED

El Arte de Dirigir las Reuniones: Preguntas que Atrapan la Mente.

reunion eficiente

Imagina esto: es lunes por la mañana, el café aún no hace efecto y el equipo entra a la sala con miradas perdidas. En vez de empezar con una agenda interminable, alguien lanza al aire: “Oye, ¿qué nos quita el sueño hoy?”. De pronto, los ojos se iluminan. No es magia, pero casi, porque la mente queda enfocada.

La verdad es que las reuniones suelen ser ese pantano donde las ideas buenas se atoran. ¿La solución? Copiar un truco de los hipnotistas: capturar la atención con preguntas que «despierten» y ponen a trabajar el cerebro aunque no quiera. «¿Qué haría que esta hora valga la pena?”, “¿Qué no estamos viendo?”. Son como un golpecito en el hombro para el cerebro. Laura Méndez, consultora con 15 años de experiencia, lo explica así: “Es como encender el GPS emocional. Es como preguntar «¿Adónde vamos?», la mente deja de divagar y se enfoca en el camino”.  

Ahora, piensa en esa reunión caótica de la última semana. ¿Cuántos minutos se perdieron hablando del tráfico o del partido de fútbol? Un equipo de Google, por ejemplo, cambia el juego con una pregunta sencilla: “Si solo resolvemos UNA cosa hoy, ¿cuál sería?”. El resultado: salieron con un plan para reducir errores en su app, y lograron acabar 15 minutos antes. ¿No te parece interesante aprender estas técnicas?

¿Por qué funciona esto? Pues nuestro cerebro es un poco chismoso. Cuando escucha ciertas preguntas, no puede evitar enfocarse. Además, ciertas palabras específicas activan recuerdos y emociones que pueden ser facilitantes o bloqueantes, por ejemplo, en vez de “problema”, podrías decir algo como “ese elefante en la habitación que todos vemos”, lo que evita la emoción asociada a la palabra problema.  

Al contrario, Mariano Gómez, líder de una startup de fintech menciona que “Antes empezábamos con informes fríos. Ahora, soltamos un «¿Qué nos duele?» y la energía cambia, por la emoción asociada. La semana pasada, en media hora destapamos un fallo en el pago online que nadie se atrevía a mencionar”.  

Al final del día, no se trata de hipnotizar, sino de conectar con técnicas que usa la hipnosis. Una pregunta lanzada correctamente abre una ventana en el cerebro dejando escapar el humo y dejando entrar el aire fresco. La próxima vez, en vez de soltar un “Vamos a empezar”, prueba con un “¿Listos para salir de aquí con algo que nos enorgullezca?”, Verás cómo la pantalla de Zoom se llena de sonrisas.  

Y sí, el café siguiera sin hacer efecto… no importa, al menos la reunión valdrá la pena.